Los estudiantes indocumentados en las Escuelas Públicas de Chicago pueden faltar a clases y eventos solo con una notificación sencilla al colegio.
Las Escuelas Públicas de Chicago (CPS) implementaron una nueva política que protege a los estudiantes con estatus migratorio irregular, permitiéndoles ausentarse de clases cuando ellos o sus familiares se encuentren en riesgo de ser detenidos por agentes federales de inmigración. La medida responde a la creciente preocupación por la seguridad de estas familias en el contexto de los operativos migratorios en Estados Unidos.
De acuerdo con las Escuelas Públicas de Chicago, los estudiantes con estatus migratorio irregular podrán ser registrados como "excusados" si no asisten a clases por temor a posibles acciones de inmigración.
Para ello, los padres o tutores deben notificar la ausencia mediante la nota: "Preocupación por la salud y seguridad del estudiante". Esta indicación permite que la escuela considere la falta como preventiva y justificada, sin necesidad de presentar documentación adicional.
El tiempo de ausencia no tiene un límite establecido, lo que significa que los estudiantes pueden permanecer fuera de la escuela mientras consideren que su integridad física está en riesgo, siempre y cuando la notificación se realice a través de los métodos oficiales del distrito escolar.
Según el documento de CPS titulado "Codificación de Asistencia de las Escuelas Públicas de Chicago para Preocupaciones de Seguridad Relacionadas con la Actividad de Representantes Federales", la política se aplica también a eventos cívicos abiertos al público, organizados por entidades gubernamentales o sin fines de lucro. Los estudiantes inmigrantes pueden optar por no asistir si perciben algún riesgo.
Aunque esta medida representa un alivio para muchas familias, algunos funcionarios expresan su preocupación, ya que las ausencias prolongadas podrían afectar el rendimiento académico de los estudiantes.
Aunque los casos de menores detenidos son poco frecuentes, CNN informa que en operativos recientes en Estados Unidos fueron arrestados alrededor de 3,000 adultos, lo que aumenta el temor entre las familias de estudiantes con estatus migratorio irregular.