El clásico entre PSG y Marsella dejó más cosas para analizar respecto a las faltas que al fútbol, en especial por lo sucedido en el final. Ya en el tiempo añadido, tras un juego brusco, se desató una fuerte pelea en el campo con Kurzawa y Jordan Amavi como protagonistas: se agarraron a golpes.
La calentura llegó hasta el final del partido, cuando Leandro Paredes cometió una dura falta contra Darío Benedetto. El plantel de ambas escuadras salió en defensa de sus compañeros, pero no con el mejor de los ánimos, sino con una predisposición para pelear. Y así sucedió en el Parc des Princes.
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Mientras ocurrían los empujones, Álvaro González fue golpeado por Layvin Kurzawa y Neymar, acabando en el césped. En su defensa, Jordan Amavi apareció y encaró a su compatriota francés, con el claro objetivo de devolver los golpes que su compañero había recibido.
Kurzawa no se quedó con los brazos cruzados y también respondió a la provocación, generándose una terrible pelea, como si se tratara de dos boxeadores. Los puños y patadas de los laterales del PSG y Marsella llovían, mientras que el resto de jugadores intentaban separarlos.
Jérôme Brisard, árbitro del encuentro, fue testigo de todo lo que sucedió, optando por expulsar a ambos del partido, además de Leandro Paredes y Darío Benedetto, que iniciaron la pelea. De la misma forma, Neymar también vio la tarjeta roja por la agresión a Álvaro previa a la pelea de Kurzawa y Amavi.
PSG suma dos derrotas en los primeros dos partidos por la Ligue 1.