La tarde del pasado martes, la Policía de California, Estados Unidos, reveló un video en el que se observa cómo Mario Arenales González, un hombre de origen latinoamericano de 26 años, fue intervenido y reducido por un agente policial, quien le causó la muerte tras someterlo contra el suelo por más de cinco minutos.
Según indica el New York Times, los hechos ocurrieron el pasado 19 de abril durante una intervención policial realizada por agentes de la jurisdicción del Departamento de Policía de Alameda. De acuerdo con la grabación, el oficial se identifica como el oficial McKinley, quien pregunta por radio a su central si hubo algún robo reciente en la zona mientras describe a Mario Arenales, que cargaba dos cestas de compras.
Inmediatamente después, McKinley pregunta al intervenido "si está pensando hacerse daño a sí mismo o a los demás. Hazme saber que no vas a estar bebiendo en nuestros parques por aquí", para luego pedirle su identificación.
Tras esto, dos agentes más aparecen en escena reducen a Arenales, quien no ofrece resistencia. Una vez en el piso, McKinley colocó su rodilla sobre el joven de 26 años, quien con dificultad respondía su segundo nombre y la fecha de su cumpleaños, lo cual era comparado con su identificación.
Minutos después, y luego de que uno de los agentes sugiere no presionar demasiado, se ve cómo Arenales ya no reacciona y muere, a pesar de los intentos de los policías por reanimarlo.
La intervención y sometimiento arbitrario del que fue víctima Mario Arenales es similar a la que sufrió George Floyd y que también le costó la vida el pasado 25 de mayo de Minneapolis. Al respecto, el hermano del joven latino señaló que “Todo lo que vimos en el video fue innecesario y no profesional. Los policías mataron a mi hermano de la misma manera como mataron a George Floyd”.
En el primer informe emitido por los agentes se lee que durante la intervención “se produjo un altercado físico” y que la muerte de Arenales se debió "a una emergencia médica", lo cual fue desmentido por el video compartido por la misma agencia policial a la que pertenecen.