En algunas oportunidades se nos aconseja a "guardar la etiqueta" o "tener buenos modales". Sin embargo este conjunto de convenciones de la sociedad que nos permite vivir en respeto con el prójimo cambian mucho dependiendo de dónde estemos, es decir, no son universales. Es así que en ocasiones lo que tenemos en mente como una severa "falta de respeto" es hasta fomentado en otros países.
A continuación veremos una lista de 5 aparentes faltas de respeto para nosotros, pero que en ciertos países algo completamente normal. Ahora, esto no es una licencia para hacer todo lo de la lista tampoco. Recordemos que todo tiene su tiempo y, sobre todo, su lugar. Sin más dilación, veamos la lista.
Sobrantes en la comida: más de uno debe haber recibido un regaño por haber dejado algo de comida en el plato, sobre todo si se trata de comida hecha por el anfitrión. Dejar un plato vacío es señal de que la comida estuvo buena... a menos que vivas en ciertas partes de Asia. Dejar "limpio" el plato es una forma decir que no te sirvieron lo suficiente y que hiciste lo que está a tu alcance por compensar esa falencia.
Comer pan del suelo: comer pan que ha caído al suelo no es una práctica muy común en el mundo occidental, de hecho se entiende que esto tenga sentido por la contaminación que podría haber. Sin embargo en varios países del Medio Oriente la práctica común es recoger el pan, llevartelo a la frente para después besarlo y finalmente colocarlo en el plato para ser consumido de todos modos. Esto es una muestra de respeto al alimento y a quien lo horneó.
Eructar y hacer ruido al succionar líquido: los ruidos que nuestro cuerpo pueda hacer durante la comida deben ser suprimidos o sino corremos el riesgo de ser muy mal vistos. Sin embargo en partes de China y Taiwán tanto el eructar como sorber líquido de forma ruidosa son muestras de satisfacción y se toman como un cumplido.
Llegar tarde: esta práctica denota que la persona no tiene bien definidas las prioridades en su vida, a menos que estés en la India. En ese país de Asia nadie se enoja cuando alguien llega tarde. El tiempo y la prisa del mundo occidental no ha permeado a esa cultura aún.
Jugar con la comida: apartar los alimentos, mezclarlos sin ton ni son es algo que más de un padre corregiría. El detalle es que eso no es mal visto en Alemania, ya que el momento de la comida es un momento de relajación en donde la rigidez no tiene lugar.