Draft, agencia libre… Lo que se viene después del Super Bowl

El Super Bowl es, sin duda alguna, el evento más esperado por los aficionados de la NFL y aquellos seguidores casuales que disfrutan de este espectáculo completo.

Pero, una vez que termine el Super Bowl y un equipo gane el trofeo Vince Lombardi, ¿qué es lo que sigue? Por un lado, hay que tomar en cuenta que hay 30 equipos que se quedaron en el camino. Algunos de ellos estuvieron muy cerca de llegar al Gran Juego, mientras muchos más se quedaron lejos de las expectativas, al punto de que su planeación para la temporada 2021-2022 comenzó desde incluso antes.

Los que necesitan un quarterback

Para empezar, el peor equipo fue el de los Jaguars de Jacksonville, que solo ganó un partido y perdió los otros 15, por lo que será el primer equipo en seleccionar en el Draft, el evento mediante el cual los 32 equipos seleccionan talento colegial, comenzando por el peor equipo y así de forma consecutiva hasta el campeón, siempre y cuando no se hayan dado canjes

Jacksonville ahora contará con Urban Meyer como su head coach. Las expectativas no podrían ser más altas, si tomamos en cuenta que el entrenador fue parte del éxito de Ohio State a nivel colegial. Trevor Lawrence, el jugador más talentoso de la clase de este año, está más que perfilado para ser el primer reclutado por los Jaguars.

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Su elección es casi un hecho, pues de acuerdo con Circus, una de las casas de apuestas más confiables del Perú, el quarterback egresado de Clemson parte con cuotas de 1.02 para ser elegido. La diferencia con Justin Fields, de Ohio State, es notoria: 10.00 de cuota. De hecho, es posible que Fields, quien fue mariscal de campo en Ohio State, llegue a los Jets de Nueva York, quienes parece que no confiarán de nueva cuenta en Sam Darnold para liderar al equipo.

No son los únicos equipos que necesitarán redefinir la posición de quarterback. De hecho, son muchos los que deben reestructura la posición más importante:

Los Panthers de Carolina tendrán que encontrar a un mejor jugador que Teddy Bridgewater para liderar al equipo, pues el mariscal de campo no pudo cargar con la ofensiva.

Los Bears de Chicago necesitarán definir si darle la titularidad a Mitchell Trubisky, a Nick Foles o buscar otro jugador que pueda darle más regularidad al ataque y los haga competitivos.

Los Colts de Indianápolis requerirán encontrar un sustituto para el retirado Philip Rivers y no parece que tengan la paciencia para volver a confiar en Jacoby Brissett.Párrafo

Los Giants de Nueva York tendrán que definir si Doug Jones es el quarterback que necesita la franquicia, o tendrán que buscar a otro mariscal de campo, ya sea en el Draft o por la agencia libre.

Drew Lock está lejos de ser la solución en los Broncos de Denver: la directiva ya debe pensar de mejor manera en un quarterback, posición en la que han sufrido desde que Peyton Manning se retiró en 2016 después de ganar el Super Bowl 50.

Washington Football Team es otro equipo que necesitará definir un mariscal de campo titular. Alex Smith ya no puede seguir arriesgándose tras la lesión que casi le quitó la vida, mientras que Kyle Allen está lejos de ser una solución y Taylor Heinicke está lejos de ser una solución, pese al buen partido que dio en playoffs.

En el caso de los Dolphins de Miami (10-6), tendrán que elegir entre el experimentado, pero irregular Ryan Fitzpatrick o Tua Tagovailoa, quien dio destellos en su primer año, pero también evidenció una mala toma de decisiones. La elección se hace más difícil, si se toma en cuenta que, de acuerdo con los reportes, han pretendido obtener a Deshaun Watson, de los Texans de Houston.

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Sobre este último equipo, necesitarán resolver todos sus problemas internos. El hecho de que su mariscal no esté a gusto con las decisiones tomadas en el escritorio, da mucho de qué pensar. Jack Easterby, capellán del equipo, fue quien eligió al nuevo gerente general, su amigo Nick Caserio, haciendo caso omiso de las recomendaciones hecha por la firma que el equipo contrató para seleccionar al GM. Esto hizo que Watson no se sienta a gusto con el equipo, por lo que ha solicitado su cambio. Aunque el equipo no tiene intenciones de canjearlo, el quarterback ha sido claro y parece que esta será la principal novela de la temporada baja.

Los Patriots de Nueva Inglaterra, todavía resintiendo la ausencia de Tom Brady, ya no podrán confiar en Cam Newton, quien parece que no seguirá en el equipo. Por supuesto, hará falta reforzar muchas más posiciones, sobre todo a la defensiva, que fue la que más sufrió.

Los 49ers de San Francisco también están en una encrucijada: el contrato de Jimmy Garoppolo ya no parece una buena idea debido a sus lesiones, colocando a los gambusinos como otro equipo que podría tratar de ir por Deshaun Watson en canje.

Otros equipos como los Saints de Nueva Orleans están a la espera de ver si Drew Brees vuelve o de una vez se hacen a la idea de que Taysom Hill tomará las riendas; situación similar a la de los Steelers de Pittsburgh que, si se quedan sin Ben Roethlisberger, no tienen garantía en Mason Rudolph o Dwayne Haskins Jr.

El caso de Aaron Rodgers es más claro: pese a que los Packers de Green Bay seleccionaron a Jordan Love en el último Draft, queda claro que A-Rodgers aún tiene mucho por ofrecer, pero es muy necesario que el equipo le brinde mejores armas. El elegir a Love en vez de un receptor y jugadores de la línea ofensiva terminó costando, por lo que Green Bay necesita llevar a su mariscal de vuelta al Super Bowl, pues puede salir en caso contrario.

Los Eagles de Filadelfia ya parecen haber definido su situación, con la llegada del head coach Nick Sirianni. Con él en los controles, parece que el debate entre Carson Wentz y Jalen Hurts llegó a su fin, con otra oportunidad más para el primero, quien tuvo momentos irregulares en la temporada que recién terminó.

El canje entre los Rams de Los Ángeles y los Lions de Detroit hizo que Jared Goff terminara en este último equipo, tras fracturarse la relación con su ex head coach Sean McVay. Por el otro lado, Matthew Stafford tendrá una oportunidad de demostrar su talento en Los Ángeles, un equipo al que le hacía falta mayor estabilidad en la posición.

Urgen ajustes en la plantilla

Existen otros equipos con una base más exitosa, pero que necesitan fortalecer a sus equipos con jugadores clave para mejorar. Ese es el caso de los Cardinals de Arizona, los Falcons de Atlanta y los Bengals de Cincinnati, que tienen en Kyler Murray, Matt Ryan y Joe Burrow buenos quarterbacks, pero que no tienen el talento alrededor para llegar a la categoría de aspirantes.

En el caso de los Bills de Buffalo, los Ravens de Baltimore y los Browns de Cleveland, han establecido un mejor equipo y pueden ser contendientes, siempre y cuando refuercen con buenos suplentes y consoliden las armas ofensivas.

Los Raiders de Las Vegas tienen que hacer algo a respecto: en dos años, Jon Gruden no ha podido aprovechar al máximo las habilidades de su equipo y tendría que estar frente a su última oportunidad para aprovechar de mejor manera a los malosos.

Los Chargers de Los Ángeles parecen haber encontrado a su mariscal de campo franquicia en Justin Herbert, pero será necesario que trabajen mucho en el aspecto físico, pues las lesiones los han afectado mucho. Tan solo en el último curso, Keenan Allen, Joey Bosa y Derwin James lideraron la lista de bajas por lesión.

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Los Seahawks de Seattle necesitan fortificar la línea ofensiva para Russell Wilson, mientras que los Vikings de Minnesota tienen que reestructurar su defensiva (incluso reconsiderar la continuidad de Kirk Cousins como mariscal de campo). Situación similar viven los Titans de Tennessee, a quienes les urge presionar más al pasador, al ser una de las peores defensivas contra el pase.

Mención aparte para los Cowboys de Dallas, que sufrieron mucho por su floja defensa y que están a la espera de la recuperación de Dak Prescott, para saber si seguirá siendo el mariscal de campo de los Vaqueros o tendrán que comenzar con otro proyecto.

Son 30 equipos los que les urge hacer un cambio para aspirar al próximo Super Bowl e, incluso, establecerse como el nuevo mandamás en la NFL. Se vendrán muchos movimientos en los próximos meses.