Walter Ibáñez es el bravo de la defensa y con los potrillos logró construir una muralla infranqueable

Cuando los problemas económicos aumentaron, brotó petróleo en La Victoria. En 2012, frente al  desconcierto provocado por la crisis, Alianza Lima apeló a sus canteras para rearmar un equipo absorbido por las dificultades y hoy los frutos se observan en Yordy Reyna y demás potrillos.

La necesidad obligó al debut de jóvenes defensores talentosos, aguerridos y, lo más importante, criados en las canteras victorianas.

Un año más tarde, Wilmar Valencia optó por continuar la apuesta y hoy el cuadro victoriano cuenta con un sistema defensivo en el que se destaca la presencia de Koichi Aparicio y Rodrigo Cuba, jóvenes eficientes, sólidos y, sobre todo, que no generan un gasto excesivo al club cada quincena.

Además, este hecho resulta una inversión para la administración porque en un futuro serían traspasados al extranjero.José Cánova y Luis Trujillo son otras de las apuestas del cuerpo técnico y la directiva íntima.

"Son dos potrillos que nos dan mucha seguridad", destacó un alto directivo. Por ello, Susana Cuba acertó en renovarle el contrato al uruguayo Walter Ibáñez. El Colo, autor de 9 goles en Alianza, es el caudillo que se ganó la admiración de todos en Matute.Hoy, Alianza cuenta con una defensa pensando en el futuro, con sueldos de acuerdo con la realidad del club, sólida y eficiente, que es lo más importante.