La picardía y jerarquía de Christian Cueva dirigieron a Perú hacia el repechaje

Perú festejó el triunfo (2-0) ante Paraguay y su derecho a jugar en junio el repechaje para ir a la Copa del Mundo de Qatar, gracias a una noche grandiosa del equipo en la que la figura máxima fue Christian Cueva.

El número “10” de la Selección Peruana hizo gala de lindas jugadas que contribuyeron en el juego de asociación del equipo y que fueron determinantes en la obtención del resultado deseado.

Su noche brillante se inició a los 5 minutos del partido, a través de un servicio milimétrico y “mágico” jugado a la espalda de toda la defensa paraguaya, que dejó a Gianluca Lapadula a tiro de gol.

“Aladino” frotó la lámpara y sacó al genio que tenía en su interior para que esa luz le pueda conceder la posibilidad de tirar ese pase con tres dedos del pie derecho y que culminó en gol del 9.

El pivote paraguayo Richard Ortiz aplicó sobre “Cuevita” una marca recia, asfixiante, dura, agresiva. El peruano acabó con el tobillo del pie derecho muy hinchado de tantos golpes. Pero nada pudo evitar que siguiera jugando con semejante desparpajo y manifestando su jerarquía de jugador importante.

Por eso antes del primer tiempo, Cueva sacó nuevamente a relucir ese juego pícaro en función ofensiva que acabó en el segundo gol de la Bicolor.

Christian hizo un sombrero y se sacó a un marcador, llevó la pelota con la cabeza, y una vez en el área, le pasó el balón a Edison Flores, quien centró perfecto para que Yoshimar Yotún definiera con espectacular “tijera”. Todo el Perú gritó el gol al unísono. Así cerró Perú las Eliminatorias Qatar 2022.

“Nada podría hacer sin el apoyo de mis compañeros”, dijo Cueva en conferencia de prensa. Fue su gran noche, una bella noche. Faltó su gol, sí, pero, el arraigo que él manifestó para el equipo en una instancia decisiva, lo encumbra y lo ponen en un sitio especial en la historia de la Selección Peruana.