En Massachusetts, grupos de WhatsApp entre inmigrantes indocumentados se han convertido en redes de alerta para evadir arrestos en operativos migratorios.
En medio de un clima de miedo y creciente represión migratoria en Estados Unidos, miles de inmigrantes brasileños han encontrado en la tecnología una herramienta clave para protegerse. Grupos de WhatsApp, creados por y para miembros de la comunidad, se han convertido en redes de alerta y solidaridad que ayudan a evadir las redadas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
Estas redes ciudadanas, impulsadas en su mayoría por inmigrantes indocumentados, comparten información en tiempo real sobre operativos, ubicaciones sospechosas y personas detenidas. En ciudades como Boston y Lowell, incluso se han comenzado a usar drones para monitorear los movimientos del ICE. Ante una política migratoria más dura bajo el nuevo mandato de Donald Trump, estas iniciativas representan una buena noticia para quienes buscan vivir con dignidad y seguridad en el país.
En Massachusetts, donde reside la mayor comunidad de inmigrantes brasileños en Estados Unidos, grupos de WhatsApp se han convertido en verdaderas redes de supervivencia. Miles de mensajes se comparten a diario con alertas sobre redadas, ubicaciones del ICE, imágenes de vehículos sospechosos y hasta fotos de personas detenidas. Todo con un objetivo común: evitar caer en manos de las autoridades migratorias.
Inmigrantes crean red de apoyo para EVITAR redadas del ICE.
Desde que Donald Trump volvió al poder, las políticas contra la inmigración indocumentada se han endurecido drásticamente. Las decisiones judiciales más recientes han ampliado la discrecionalidad de los agentes de inmigración para efectuar arrestos, incluso en base al idioma o la apariencia. Ante este nuevo escenario, muchos inmigrantes se ven obligados a alterar sus rutinas y moverse en silencio, incluso recibiendo consejos insólitos como "no hablar en público" o "poner una calcomanía pro-Trump en el auto".
En ciudades como Boston y Lowell, los inmigrantes han empezado a usar drones para vigilar los movimientos de ICE en sus vecindarios. Las imágenes captadas desde el aire son compartidas en los chats, que también funcionan como red de apoyo cuando alguien es arrestado. "¿Una o dos semanas de trabajo valen más que tus hijos?", decía un mensaje reciente instando a quedarse en casa.
Voluntarios como Lorena Betts, que coordina una red de ayuda en Massachusetts, reciben reportes en tiempo real, graban videos de redadas y conectan a los detenidos con abogados. En muchos casos, estos chats son la única forma de rastrear a quienes fueron capturados y trasladados a otros estados en cuestión de horas. "Simplemente desaparecen", comenta Betts, que se ha convertido en una voz clave de la comunidad brasileña.