Mujeres embarazadas detenidas envían carta a ICE denunciando condiciones inadecuadas de atención médica durante su detención. La carta resalta casos de negligencia.
En el marco de una campaña impulsada por legisladores demócratas y organizaciones defensoras de los derechos de los inmigrantes, un grupo de mujeres embarazadas detenidas envió una carta al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) para denunciar las condiciones inadecuadas de atención médica recibidas por parte de agentes federales durante su detención.
Ante la persistente crisis migratoria que atraviesa el país, la denuncia busca visibilizar el trato que reciben las personas recluidas en los centros de detención migratoria, con especial énfasis en las mujeres embarazadas. Varias de ellas afirman haber experimentado episodios de angustia y negligencia médica, lo que ha generado preocupación entre activistas y defensores de derechos humanos.
La carta incluye testimonios de mujeres embarazadas detenidas durante la ofensiva migratoria de la administración Trump, quienes aseguran haber sido encadenadas durante su transporte, colocadas en confinamiento solitario por varios días y privadas de una alimentación adecuada para resguardar su salud y la del feto. Estos hechos habrían ocurrido en centros de detención ubicados en Luisiana y Georgia.
Embarazadas detenidas denuncian negligencia por parte de ICE.
Por su parte, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) negó las acusaciones y afirmó que las detenidas reciben la atención médica necesaria, incluyendo visitas prenatales regulares, apoyo nutricional y cuidado tanto para ellas como para sus futuros hijos.
La Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU) confirmó que, en los últimos cinco meses, ha logrado entrevistar a más de una docena de mujeres que quedaron embarazadas mientras estaban bajo custodia del ICE. Entre ellas se encuentran varias que sufrieron abortos espontáneos durante su detención en centros migratorios.
Las mujeres relataron experiencias profundamente traumáticas, incluyendo la falta de intérpretes médicos durante sus consultas y episodios de negligencia médica. Uno de los casos más graves fue el de una detenida que llegó a un estado crítico de salud tras desarrollar una infección, producto de complicaciones no tratadas adecuadamente después de un aborto espontáneo.