Una joven de 19 años fue sentenciada tras revelarse que organizó un plan para ejecutar un tiroteo masivo en una escuela de Indiana, según autoridades.
La historia que terminó con Trinity Shockley tras las rejas comenzó con un aviso inesperado: una amiga cercana decidió alertar al FBI cuando descubrió que la joven planeaba atacar su propia escuela secundaria en Indiana. Aquella advertencia cambió el rumbo de todo. Shockley, quien hoy tiene 19 años, fue sentenciada a 20 años de cárcel, aunque solo cumplirá 12 tras las rejas; los ocho restantes quedaron en suspensión. Luego de salir, deberá someterse a cinco años de libertad condicional, según documentos citados por People.
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Los agentes federales tomaron en serio la alarma que llegó en febrero a la línea de información administrada por Sandy Hook. Según la amiga que decidió hablar, Shockley entonces alumna del último año en Mooresville High School planeaba ejecutar un tiroteo el 14 de febrero, fecha que coincidía con el aniversario de la masacre de Parkland. La declaración jurada, difundida por medios como NBC News y ABC News, reveló detalles inquietantes: la joven tenía acceso a un rifle AR-15, había conseguido un chaleco antibalas y expresaba admiración por Nikolas Cruz, el autor del ataque en 2018.
Autoridades revelaron detalles del plan.
La investigación también determinó que Shockley enviaba mensajes desde Snapchat usando el alias “Jamie”. Entre ellos figuraban advertencias como “Parkland parte dos” o “Lo planeo desde hace un año”. Para las autoridades, esas señales confirmaban que el riesgo era real. Durante la audiencia, la joven rompió en llanto y pidió perdón a la comunidad escolar. Aseguró que su salud mental había mejorado desde que recibía apoyo.
Su abogado, Joseph Gaunt, insistió en que Shockley “no tenía intención real de llevar a cabo el ataque”, aunque reconoció que lo hablaba con frecuencia. La fiscal Cassie Mellady defendió la sentencia y afirmó que el caso mostraba una preparación suficiente como para justificar un castigo severo. La declaración jurada también señala que Shockley dijo sentirse víctima de acoso escolar y que sus amenazas eran “solo una broma”, además de alegar que había pedido tratamiento psicológico sin obtenerlo.
Luego de hacerse pública la sentencia, la oficina del FBI en Indianápolis publicó un comunicado recordando que la intervención ciudadana fue decisiva. "Cuando la gente habla, se pueden salvar vidas", remarcaron.