Junto con Estados Unidos, España se ha convertido en una de las naciones más golpeadas por el avance del coronavirus en todo el mundo. Y es que, hasta el momento, el país ibérico ha reportado más de 150 mil contagiados con COVID-19 y otros 16 mil fallecidos.
Sin embargo, el reporte de este viernes 10 de abril fue alentador, pues se conoció que el número de muertes bajó considerablemente respecto a los días anteriores con poco más de 500 víctimas mortales. Estas cifras parecen haber alentado al gobierno español el cual decidió reanudar parcialmente las actividades este lunes ante la negativa de las autoridades sanitarias.
A partir del 13 de abril, España volverá paulatinamente a parte de las actividades laborales siguiendo el plan para reactivar la economía que fue muy golpeada tras varias semanas de aislamiento social. No obstante, esta decisión no fue consultada con los asesores del sector salud quien es alzaron su voz de protesta.
“No hubo una consulta explícita de prorrogar el decreto, pero esa tampoco es nuestra labor; lo que hemos debatido es las medidas que tomar cuando esto se produzca”, explicó Antoni Trilla, epidemiólogo y miembro del comité consultor del gobierno español. No obstante, el régimen de Pedro Sánchez tomará medidas al respecto y repartirá mascarillas en las estaciones del transporte público.
Esta polémica medida tendrá una serie de restricciones que evitaran que el número de contagiados siga aumentando, pues los locales de entretenimiento como cines, centros comerciales o teatros seguirán cerrados, así como el ingreso escalonado de personas y mantener la distancia necesaria para evitar propagar el coronavirus.
No obstante, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, consiente de esta noticia, advirtió a los gobiernos que el cese de la cuarentena podría traer graves consecuencias: “Quitar las restricciones a salir a la calle demasiado deprisa puede ocasionar una mortal reactivación”.