Aunque hay una gran cantidad de personas que han podido vivir por más de 100 años, nadie ha podido alcanzar el récord de la francesa Jeanne Calment, que tuvo la oportunidad de vivir por dos siglos muy distintos y ver cómo los tiempos cambiaban cada vez más. Aquí te contamos la historia de la única persona que logró llegar a los 122 años de edad.
Jeanne Calment nunca tuvo la necesidad de trabajar, ya que fue la heredera de una gran fortuna, por lo que pasó su juventud desarrollando diferentes intereses como la esgrima, el tenis y la música. A lo largo de su vida, la francesa solo tuvo una hija que años más tarde le brindaría un nieto. No obstante, ella terminaría sobreviviéndolos y quedándose sin heredero.
A lo largo de su vida, Calment asegura que nunca se enfermó, aunque sí llegó a sufrir de migrañas y conjuntivitis. Aún así, la razón de su longevidad ha sido uno de los mayores enigmas recientes, ya que no se encuentra explicación hasta ahora
Hacia el final de sus días, Calment solo había sufrido un pequeño infarto que no la había debilitado en lo absoluto, y tenía grandes dificultades para ver y oír. No obstante, se mantenía completamente consciente de sus actos y podía mantener conversaciones con las múltiples personas que la entrevistaron.
A sus 122 años de edad, Calment falleció por causas naturales, estableció un récord que hasta el día de hoy nadie ha podido romper. De hecho, la segunda persona más longeva en la historia, la japonesa Kane Tanaka (que falleció en abril del 2022) estuvo a solo tres años de alcanzar a la francesa.
Por otro lado, el hombre más longevo de la historia, el japonés Jiroemon Kimura, vivió 116 años, muy lejos del récord establecido por la francesa. De esta manera, la longevidad de Calment y Tanaka ha servido para determinar que las mujeres viven en promedio más que los hombres.