¡Cuidado, inmigrantes! Estas son las nuevas restricciones para la ciudadanía de EE. UU.: perjudicaría a este grupo

ATENCIÓN. El proceso para obtener la ciudadanía estadounidense se ha complicado considerablemente tras la implementación de regulaciones más estrictas por parte de la administración de Donald Trump.

Las nuevas políticas migratorias buscan limitar el acceso a este estatus legal, aumentando los requisitos necesarios y disminuyendo las oportunidades para quienes desean establecerse de manera permanente en el país americano. La eliminación de ciertos beneficios migratorios, junto con la suspensión de mecanismos humanitarios, ha generado un clima de incertidumbre. AQUÍ todo lo que debes saber acerca de los cambios.

Las recientes reformas en las políticas migratorias de Donald Trump han establecido obstáculos significativos en el proceso de naturalización, afectando especialmente a inmigrantes con recursos limitados o trayectorias migratorias complicadas.

Uno de los cambios más significativos es el aumento de los requisitos para obtener la ciudadanía estadounidense, incluyendo un tiempo de residencia más extenso y una revisión más detallada de los antecedentes de los solicitantes.

Un aspecto controvertido es la restricción de la ciudadanía por nacimiento. Trump ha promovido una orden ejecutiva que impide que los hijos de inmigrantes en situación irregular obtengan automáticamente la nacionalidad estadounidense, lo que ha desatado un intenso debate legal y podría ser objeto de impugnaciones ante la Corte Suprema.

Asimismo, el gobierno ha eliminado las excepciones que permitían a personas de bajos recursos obtener la ciudadanía sin pagar tarifas altas. Ahora, los solicitantes deben probar una mayor estabilidad económica y no haber recibido asistencia pública, lo que complica el proceso para los sectores más vulnerables. Esta medida parece estar diseñada para disminuir las naturalizaciones y restringir los beneficios sociales vinculados a este estatus.

La decisión de Donald Trump de anular el Programa de Refugiados ha tenido un impacto considerable en las personas que buscan asilo en Estados Unidos. Esta política, que anteriormente facilitaba la entrada de individuos en situaciones de vulnerabilidad en sus países de origen, ha sido prácticamente desmantelada por la actual administración.

Como consecuencia, miles de solicitantes enfrentan una situación de incertidumbre legal, sin opciones claras para regularizar su estatus migratorio y, finalmente, obtener la ciudadanía estadounidense.

Asimismo, el proceso de naturalización ha sufrido un notable retroceso con la eliminación del "parole" humanitario, un recurso que ofrecía protección temporal a los inmigrantes. La desaparición de este mecanismo ha impuesto obstáculos adicionales para aquellos que antes podían aspirar a la ciudadanía tras un periodo de residencia legal.