Keita Baldé logra finalmente alquilar un edificio para ayudar a 90 temporeros en España

Una semanas después, la ayuda de Keita Baldé recién puede ser una realidad. El jugador del Monaco, futbolista hispano-senegalés nacido en Arbúcies (Girona), se sensibilizó con la situación de los temporeros -en su mayoría inmigrantes y africanos- en Lleida (ciudad de Cataluña): pésimas condiciones laborales, explotación y, para colmo, sin un alojamiento donde dormir en plena pandemia del coronavirus.

El futbolista de 25 años, inmediatamente, se comunicó con la activista Nogay Ndiaye, encargada de la asociación 'Fruita amb Justícia Social' para ayudar con la casa, comida y ropa a 200 temporeros por el lapso de cuatro meses o, en todo caso, todo lo que dure la recogida de fruta en esta temporada del año.

Ahora bien, lo que debía ser una historia con final feliz ha sido una historia de lucha en medio del racismo que se vive en España y en todo el mundo. "Le advertí a Keita que sería complicado. Le dije: ‘Si ya a un solo negro le ponen difícil el acceso a una vivienda de alquiler en esta ciudad, imagínate a 200’", expuso Ndiaye en una entrevista con 'La Vanguardia'.

La intermediaria de Keita Baldé reveló que en los últimos días se cansaron de llamar a hoteles, hostales, albergues y casas particulares en Lleida, sin embargo, nadie quiso brindarles su ayuda y eso que ofrecieron pagar los cuatro meses por adelantado y una fianza.

El seleccionado senegalés, que quiso ofrecer una ayuda discreta, debió salir a la palestra en un directo de Instagram para dar su opinión y buscar una concientización en la ciudad de Lleida.

"No busco una guerra moral, social, de raza ni colores. Busco soluciones para ayudar a los temporeros. Estoy a su disposición para que tengan comida, hogar y algo de ropa. Vivimos en una sociedad complicada, pero nadie merece esa indiferencia en su propia vida. Es algo muy feo (...) Quería ayudar anónimamente, pero vista la situación que se está produciendo, he tenido que salir a la luz para conseguir encontrar un sitio donde meterlos", afirmó Keita Baldé.

Lo mejor llegaría después: el anuncio de una solución. "Ha habido complicaciones, pero gracias a Dios hemos encontrado un sitio para meter a 90 temporeros. Y ya les ha llegado la primera comida de mi parte. No les va a faltar de nada, pero pido que nos faciliten las cosas (...) Soy padre y quiero que le quede un mundo mejor a nuestros hijos. Si uno solo puede ayudar a 200, pensemos en qué mundo podríamos construir entre todos", indicó.

¿Dónde se quedarán los temporeros? En un edificio deshabitado de tres plantas en el barrio de la Mariola, cerca al lugar de trabajo de los temporeros. El inmueble ya está siendo acondicionado con los servicios de agua y luz, además de la instalación de colchones y duchas.

A la espera de encontrar otros espacios de alojamiento para los temporeros restantes, la activista Nogay Ndiaye explicó que han recibido ofrecimiento de establecimientos que se encuentran a las afueras de la ciudad y, en caso no conseguir otras opciones, serán la solución para unos trabajadores que deberán "caminar una hora para ir a trabajar y otra para volver".