Hombre de fe: 'Chicho' Salas emuló 'cábala' de Gustavo Costas en el Alianza Lima -Paranaense

El debut en la presente edición de la Copa Libertadores de América fue muy especial para el entrenador Guillermo Salas de Alianza Lima porque significó su primer partido oficial al mando del equipo blanquiazul a nivel internacional. Por tal motivo antes del cotejo 'Chicho' no dejó pasar por alto los detalles con la intención de poder ganar el primer partido del grupo G ante un duro rival como Athletico Paranaense que fue sub campeón del torneo el año 2022.

La primera medida que tomó el técnico peruano luego de estudiar a su rival de turno fue modificar el sistema 4-3-3 que venía utilizando en el torneo local para lograr un 4-2-3-1 con la finalidad de tener el equilibrio adecuado que permita no tener apuros defensivos predominando antes una ofensiva pesada. En la práctica esto funcionó aunque no a la perfección debido al bajo rendimiento de algunos futbolistas. El partido quedó empate pero se pudo triunfar.

Otra de las medidas que 'Chicho' consideró necesario efectuar desde el marco de su nuevo sistema fue decidir que Christian Cueva sea el enganche del equipo creyendo que ganaría volumen de juego y que tanto él como sus acompañantes en el ataque tendrían oportunidades de gol a granel. Situación que no se miró, sobre todo en el primer tiempo del partido que presentó varios malos pases por parte de todos los responsables de elaborar el ataque.

Por momentos el partido se puso complicado. Paranaense también realizó su trabajo y tuvo algunas posibilidades de poder anotar, no obstante, para tranquilidad del equipo aliancista el portero Ángelo Campos, quien atraviesa un excelente momento deportivo, respondió muy bien a los remates que fueron con dirección a la red. 'Chicho' Salas, como todo hombre de fe, seguro de la dificultad a la que se enfrentaría, no dudó en encomendarse a Dios.

En el campo son once contra once y la ayuda divina no juega, refieren muchos, sin embargo, para 'Chicho' sí es importante tenerlo en cuenta y por ello decidió colocarse a un lado de su corazón la imagen del Señor de Los Milagros, emulando al entrenador argentino Gustavo Costas quien fue su director técnico en el cuadro de La Victoria y fue el guía de aquel equipo aliancista que clasificó a octavos de final de la Libertadores el año 2010. Punto y a soñar.