La medida podría afectar a miles de solicitantes de asilo y retrasar sus procesos legales, avivando el debate entre seguridad y derechos humanos en EE. UU.
La Casa Blanca se encuentra en el centro de la polémica tras el ataque perpetrado por un ciudadano afgano contra dos guardias nacionales cerca del complejo presidencial, un incidente que dejó una víctima mortal. En respuesta, el presidente Donald Trump anunció una suspensión prolongada de las decisiones de asilo en Estados Unidos, medida que ha generado preocupación entre las comunidades inmigrantes y las organizaciones de derechos humanos.
El domingo, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que su administración tiene la intención de prolongar la suspensión de las decisiones sobre solicitudes de asilo. Trump indicó que no existe un plazo definido para esta interrupción en la aprobación de los casos de asilo.
Según el mandatario, esta medida se centra en determinados países que enfrentan restricciones de viaje hacia Estados Unidos y tiene como objetivo proteger al país de individuos considerados "peligrosos" debido a su historial.
De acuerdo con el Departamento de Seguridad Nacional, la suspensión se aplica a una lista de 19 naciones, entre ellas Afganistán, Cuba, Haití, Irán y Birmania, que ya cuentan con restricciones vigentes desde junio. "No queremos a esa gente", afirmó Trump.
"Muchos no han demostrado ser confiables y no deben estar en nuestro país", añadió, subrayando la postura estricta de su administración en materia de inmigración.
Trump congeló las decisiones de asilo tras el tiroteo en Washington.
El tiroteo ocurrido el 26 de noviembre en Washington dejó como consecuencia la muerte de Sarah Beckstrom, de 20 años, mientras que Andrew Wolfe, de 24, resultó gravemente herido. El agresor había servido en las llamadas "unidades cero" de Afganistán, un grupo antiterrorista respaldado por la CIA para combatir a los talibanes.
Según fuentes del Departamento de Seguridad Nacional, así como de la CIA y del FBI, el ciudadano afgano obtuvo asilo en Estados Unidos en abril de 2025 mediante el programa de reasentamiento tras la retirada de tropas estadounidenses de Afganistán en 2021.
Su ingreso se habría producido sin supervisión suficiente, un hecho que la administración Trump atribuye a "políticas de asilo laxas" durante el gobierno de Joe Biden.
Tras el ataque, Trump indicó su intención de revisar y limitar la migración proveniente de países del llamado "tercer mundo" para permitir que el sistema estadounidense de asilo se recupere y se fortalezca. Según el Departamento de Seguridad Nacional, los cambios afectarían inicialmente a los 19 países con restricciones existentes, pero podrían extenderse dependiendo de la evolución de las políticas migratorias y de la seguridad nacional.