Mi hijo quiere ser jugador profesional de videojuegos - CAR Talks

El Centro de Alto Rendimiento trae en esta nueva edición de CAR Talks una entrevista con Anthony Balarín, el padre de Lya Balarín, campeona de Pokémon y gamer profesional. Balarín reveló que siempre apoyó a su hija a lo largo de su carrera, pero que también le recomendó priorizar los estudios.

Según revela Balarín, todo comenzó cuando su hija compró un set de cartas de Pokémon TCG, ya que había visto a algunos chicos de su colegio jugar. Aunque TCG no goza de una escena competitiva profesional en el Perú, sí había torneos locales, en los que Lya destacó desde los ocho años. Cuando le recomendaron pasarse al videojuego, la joven no lo dudó, y contó con la bendición de su padre.

Balarín considera que su generación está un poco más abierta a aceptar que sus hijos dediquen sus vidas a carreras poco convencionales, como los deportes extremos o la música. Aunque señala que anteriormente lo normal era descartar este tipo carreras, Balarín siente que uno debe deshacerse del costumbrismo de generaciones pasadas y aceptar la vocación de sus hijos.

De hecho, el padre de Lya comenzó a competir al igual que ella, tanto en equipo con su hija como individualmente, aunque revela que su intención nunca era llegar a los puestos altos, pues resalta que su primera prioridad era apoyar a Lya en sus competencias. Es más, Balarín asegura que Pokémon ayudó a juntarlos como familia, ya que él, Lya, y su hermano menor Sebastián han practicado y competido juntos en varios certámenes y en diferentes países.

Por ende, Belarín opina que es importante para los padres encontrar algo que le guste a sus hijos, para poder convertirlo en un hobby que pueda disfrutar toda la familia, como él y Lya lo hicieron con Pokémon.

Hoy por hoy, Lya ya no juega Pokémon pofesional, pues se está enfocando en sus estudios, pero su padre reveló que en cualquier momento podría volver a competir en lo que más le gusta.