Deportación acelerada: ¿Qué es y quiénes son blanco de ellas en Estados Unidos?

En las últimas semanas, el tema de la inmigración ha sido un punto de discusión constante en Estados Unidos, y con ello, las medidas para controlar el flujo migratorio. Una de las estrategias más polémicas ha sido la implementación de la "deportación acelerada", una política que permite a las autoridades estadounidenses deportar a inmigrantes de manera más rápida y sin el proceso judicial habitual. Pero, ¿qué implica esta medida y quiénes son los principales afectados?

La deportación acelerada, también conocida como "expulsión sumaria", es un proceso que permite a los agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) expulsar a los inmigrantes que se encuentren en Estados Unidos sin los documentos legales, sin necesidad de una audiencia ante un juez de inmigración. Esta medida ha sido implementada principalmente en las zonas cercanas a la frontera sur del país, con el objetivo de agilizar los trámites de deportación y, en teoría, aliviar la sobrecarga del sistema judicial de inmigración.

Bajo este enfoque, las personas detenidas por agentes de inmigración pueden ser deportadas rápidamente sin tener la oportunidad de presentar su caso ante un tribunal. En lugar de pasar por el proceso tradicional que incluye una audiencia judicial, la decisión de expulsión es tomada por el propio agente, basándose en las circunstancias del caso.

La deportación acelerada se dirige principalmente a aquellos inmigrantes que han ingresado al país recientemente y no tienen antecedentes criminales graves. Las personas que se encuentran dentro de los primeros 100 millas de la frontera sur de EE. UU. o que han llegado en los últimos 14 días son las principales candidatas para este proceso.

Aunque la medida se aplica principalmente a personas que ingresan al país de manera irregular, no se limita únicamente a inmigrantes de países cercanos como México, sino que afecta también a personas de otras naciones que cruzan la frontera de manera indocumentada.

Sin embargo, la deportación acelerada no está exenta de críticas. Organizaciones defensoras de los derechos humanos y activistas han señalado que este proceso puede ser injusto, ya que no da tiempo suficiente a los migrantes para preparar su defensa o incluso conocer sus derechos. Además, existe el temor de que esta medida sea utilizada de forma desproporcionada contra ciertos grupos de migrantes, lo que podría generar más vulnerabilidad en personas que buscan refugio o que huyen de situaciones de violencia en sus países de origen.