Martin Braithwaite: Un nuevo fracaso del Barcelona en la búsqueda del sucesor de Luis Suárez
El delantero danés llegó en enero a Barcelona con el cartel de relevo de Luis Suárez, sin embargo, apenas ha marcadoun gol y hoy encabeza la lista de salidas del club.
Únete a nuestro canal de WhatsAppLlegó a principios del 2020 entre bombos y platillos como un digno fichaje del uno de los clubes más importantes del mundo, sin embargo, su travesía en el Barcelona parece que apenas durará 6 meses. Martín Braithwaite será uno de los primeros en ser traspasados en el mercado de verano Europeo.
El delantero danés llegó procedente del modesto Leganés en enero pasado, cuando Barcelona decidió echar por malos resultados a Ernesto Valverde y en su lugar puso a otro inexperto como Quique Setién. Precisamente este último fue quien avaló la llegada del atacante de 29 años y por el que Barza tuvo que desembolsar 18 millones de euros.
Su desembarco en el Camp Nou respondía a las lesiones de Ousmane Dembélé y Luis Suárez, de hecho se suponía que debió ser el reemplazante del uruguayo, no obstante, a la hora de la verdad demostró estar bastante lejos de este supuesto y no colmó las expectativas. Con apenas un gol en 11 partidos de La Liga, la realidad dice que no ha estado la altura.
Y el fracaso del fichaje se consuma cuando se recuerda que ni siquiera podrá ser utilizado en la Champions League como para intentar explotar sus cualidades, por el mismo que hoy encabeza la lista de salidas en el afán del club por intentar recuperar lo invertido en el contrato de 4 temporadas que se le firmó.
Lo curioso es que Barcelona al fichar a Braithwaite le arrebató a su '9' al Leganés cuando llevaba 6 goles y con el que probablemente hubiera podido salvar de la baja ya que el cuadro 'pepinero' fue uno de los descendidos en la última edición de La Liga.
Trascendió que el danés podría ser utilizado en las negociaciones con el Inter de Milan por Lautaro Martínez, una operación que en las últimas semanas se ha venido enfriando para infortunio del club culé ya que los italianos no pretenden soltarlo fácilmente.